07 agosto 2013

COMO EL PERRO QUE VUELVE A SU VOMITO...

"Como el perro que vuelve a su vomito, así es el terco que vuelve a sus necedades" dice un proverbio, y me acorde de el, ya que sigo sin dar crédito a la bendita necedad de un grupo de gente que movidos por algún interés, mas que por una real voluntad de amar, querer y respetar a una institución, al "trabajo" que realizan en ella.

Claro, soy y he sido respetuoso de nuestra clase trabajadora, pues formo parte de ella, de ahí vivo y mantengo a mi familia...los últimos nueve años he trabajado para instituciones, colaborado en otros años en otras, pero los años mencionados, he sido parte de instituciones del gobierno del Distrito Federal, a la par de ello, lo he mencionado, he hecho labor social, hago otras actividades, en fin que no paro...pero esto lo menciono por que nada me ha sido gratis, le dado duro a todo cuanto emprendo, en mis trabajos, jamas he dejado nada a medias, hasta el final, el ultimo día estoy dándole duro.

Como funcionario, servidor publico, he dejado constancia de mi paso por esas instituciones, sin conflictuar con nadie, por el contrario, me ha tocado mediar entre puntos divergentes, y he llevado muy buena relación con mis subalternos, doy respeto y hasta hoy es lo que he recibido. No juzgo, me limito a respetar el bien ganado derecho de aquellos que por años y con sacrificios lograron ganar una base...se perfectamente las condiciones en un eventual labora, es el mas explotado en esa cadena laboral, claro y hay quienes una vez basificados se olvidan de eso y abusan del mas débil, asimilan rápidamente el actuar del burócrata en oficina...también lo se y lo he visto, como se amparan y refugian en su "sección" (sindical) cuando algo no les parece o consideran que no es su trabajo...ciertamente y lo digo con conocimiento de causa, a veces la "sección" mejor ni le entra a ciertos conflictos, ya que por lo regular hay antecedentes que no permiten apoyar al compañero, por lo general en casos así, optan por la reubicación del quejoso.

No es mi intensión satanizar el sindicalismo, pero en ocasiones incurren en excesos al defender causas o asuntos personales de los agremiados, justificándolas como violatorios de "sus derechos" laborales...claro olvidando los deberes...que TODO TRABAJADOR tiene, sindicalizado o no, las leyes aplican para todos, derechos y obligaciones son parejos.

Eso respecto a los derechos, pero luego, cuando se meten ya en cuestiones personales como que el jefe en turno les cae mal, no les habla bonito (que hay casos) los tiene trabajando tooodo el día, no les da chance de cotorrear...en fin cosas así, son suficientes para pedir su destitucion, le cierran la oficina o la institución, en fin...ante eso, afortunadamente he tenido buenos maestros y mejores personas como jefes, quienes han sabido  sortear estas situaciones, dialogando, negociando...y por que no habrían de hacerlo, si ellos también son sindicalistas.

En fin que para ir al punto les contare que esta mi ultima experiencia laboral, he visto cosas que en otras instituciones nunca vi: La terquedad en su máxima expresión, aun cuando se ha mediado infinidad de ocasiones, no entiendo como se insiste en la misma petición, aun cuando una de las partes en conflicto se ha replegado para evitar confrontaciones...ah pero tercos, en su necedad, en buscar camorra, aun cuando ya no tienen motivos de queja...son así como ya lo dije al principio: como perro que vuelve a su vomito.

Nunca cambiaran las cosas, si no sabemos entender, si no sabemos ser parte de un colectivo, si no aceptamos que todos cometemos errores, que debemos y podemos cambiar, que somos parte de un mismo esfuerzo, que hay disciplina y que sin ella todo sera una anarquia, que hay mandos, que nuestros dirigentes o jefes si se han equivocado pueden corregir y dar la orden correcta...creo que se esta acostumbrando mucho a abusar de los derechos e ignorando las obligaciones...no todo es cumplir un horario y ya, es hacer las cosas con amor, con ese valor que debe tener ese trabajo que a lo mejor nos costo encontrar, o que alguien nos dio esa oportunidad y debemos considerar, no todo es la hora (o dos) del cafecito, es contribuir TODOS en el desarrollo de nuestro pais, con nuestro trabajo.